martes, 19 de enero de 2016

Querer es poder o las reflexiones de una runner

Correr esta de moda. Algunos empiezan para mantenerse en forma, otros para adelgazar para luego, como he oído por allí, poder comer lo que les apetezca, otros lo ven como una forma de superación o como mera actividad con los amigos. El caso es que yo nunca veía razones para empezar tal actividad. Hasta que el verano pasado me comentaron  que se iba a realizar una carrera de #beerrunners. Yo y el correr nunca hemos ido de la mano, pero claro iba con amigos y además,  después de la carrera te invitaban a unas cervecitas y unas tapas, sonaba bien.  Así que me apunte y dije que durante el mes que me quedaba iría a correr.
Los días pasaban y yo no me ponía las zapatillas, hasta que al final a una semana  del día, decidí ser simplemente la fotógrafa del grupo, Mis funciones se limitaban a esperarlos en la meta con el móvil haciendo fotos.
Llegó el día.  Ya entraba en el coche cuando de repente sentí un impulso, quería participar, sentía que quería formar parte de toda la marea de corredores y sentir la emoción por mi misma. En un segundo volví atrás y me puse un chándal y unas zapatillas viejas.
Una vez que dieron la salida yo me puse a correr a mi ritmo, me preocupaba quedarme sin aliento a los 200 metros, pues no seria novedad.  Pero esta vez era distinto, aguante el ritmo y en la segunda vuelta ya no notaba cansancio.Había aun mucha gente detrás mía, eso me animaba para no rendirme, finalmente cogí fuerzas en el ultimo tramo y comencé a adelantar hasta que cruce la linea. Allí me esperaban los mios.
En momentos así uno experimenta el subidón, adrenalina, felicidad  y mucha motivación. De repente entendí porque la gente salía a correr.
Esto hace inevitable reflexionar sobre el papel de la la motivación en la vida de uno mismo. ¿Nuestros logros son determinados por nuestra capacidad o por nuestra motivación? ¿Tenemos capacidades que se mantienen latentes por falta de motivación o por miedos? ¿Y vosotros que pensáis?
 Para terminar pondré un ejemplo que me dejo impresionada. Un hombre escalando, resbala y cae por un acantilado con una roca encima de unos 540 kilos. La sujeta con los brazos mientras  poco a poco se va deslizando hacia el precipicio.  Obviamente en condiciones normales nunca se le ocurriría levantar esta roca pero ¿Hay mayor motivación que salvar la vida? Este extremo hizo que su cerebro enviara una respuesta sincronizada a todos sus músculos y el resultado fue que pudo levantar la roca y salvarse (video)







lunes, 21 de diciembre de 2015

¡Gatos al poder!

Aunque no tiene nada que ver con el blog (o quizás sí), me apetecía compartir con todos vosotros esta curiosa historia: la de un pueblo desengañado con los politicos hasta tal punto que ha decidido presentar a un gato para optar a alcalde noticia. Como para que salga corrupto también... Por el bien de la psique de esta gente, ¡esperemos que no! ¿Y vosotros? ¿Creéis que hoy en día un gato nos gobernaria mejor? :P


Cómo hacer leche de soja made in casa

Hoy en día, la leche le sienta mal a mucha gente, no le gusta o simplemente quiere llevar una vida más sana. Pero nadie se quiere privar del placer de mojar la galleta mañanera. Por eso están las leches vegetales: de almendra, de soja, de coco (mi favorita), de avellana, de anacardos... Las opciones en el mercado son miles, eso sí, además de no ser tan naturales, suelen ser bastante caras. Así que qué mejor que poder hacer la nuestra propia de forma barata, sencilla y sana. :) La receta es para hacer leche de soja con un toque opcional a coco o canela.

Primero de todo, hay que dejar en remojo las habas de soja (yo uso habas blancas eco).

Lo ideal seria 14-24 horas para ablandar la legumbre (cuanto más tiempo pasa, más se ablanda y más ligera se vuelve, ya que se inicia un proceso de germinación).

Luego de esto, batimos en la batidora e iniciamos la cocción con la cantidad de agua que deseamos. Dejamos cocinar unos 5 minutos. La parte de la cocción es muy importante, ya que destruimos el inhibidor de tripsina que contiene la soja, ya que este

incapacita la enzima tripsina producida por el páncreas, responsable de la digestión de las proteínas en estructuras más básicas: los aminoácidos. Mientras se cuece, añadimos el coco rayado o la canela dependiendo del gusto, lo dejamos un poco más de tiempo cocinando, y listo. ¡A colar y a disfrutar!

jueves, 17 de diciembre de 2015

La memoria: como recordar más y mejor



¿Te ha pasado alguna vez lo de dejar las llaves y no tener ni idea de dónde fue ese lugar donde las viste por última vez, por lo que perdiste media hora buscándolas ? ¿Hacer un examen del que habías estudiado como si de ello dependiera tu vida y darte cuenta de que el día siguiente del examen ya no recordabas nada? Entonces lee este artículo.
La memoria es nuestra gran olvidada, pues no es que nos paremos muy a menudo a pensar en ella. Vive en el olvido hasta el día que nos falla y nos acordamos para maldecirla, pero de ella dependemos al 100%. Y si no pensad por un momento si no pudiéramos almacenar nuestras experiencias, ¿qué haríamos?
Ahora que os habéis imaginado el desastre, os cuento que la memoria no es homogénea, pues existen distintos sistemas que la engloban, a rasgos generales estos  son la memoria a corto plazo o de trabajo y la memoria a largo plazo, y de ésta distinguimos la implícita y la explícita. La implícita esta relacionada con el aprendizaje de habilidades y suele mantenerse intacta con el paso de los tiempos, de allí que aunque llevemos diez años sin montar en bici, el proceso no se nos olvida. En el caso de la explícita, puede ser semántica, relacionada con el almacenaje de nuestros conocimientos sobre el mundo, o episódica, relacionada con el recuerdo de nuestra propia vida. Ahora la gran pregunta es, ¿por qué falla? La respuesta es un tanto más compleja y depende de muchos factores, pues tenemos que pensar dónde ocurrió el fallo, si en la codificación, el almacenamiento o la recuperación. Una de las más importantes aportaciones en el campo de la memoria fueron los siete pecados de Schacter. Según él, los fallos pueden ser:
  • Paso del tiempo: a medida que pasa el tiempo, el recuerdo se desvanece, por lo que la repetición es importante. Si el recuerdo ha tenido gran impacto emocional, se mantendrá estable.
  • Distracción debido a la falta de atención: la información no se codificó, por tanto, no existe un recuerdo. Es el típico caso de “¿dónde dejé las llaves?” Si una acción se hace de forma automática, no es necesario prestar atención.
  • Bloqueo o el fenómeno de “lo tengo en la punta de la lengua”: ¿a quién no le ha pasado? Está seguro de que lo sabe y tiene una idea, pero ésta no se materializa con claridad. Este fenómeno se debe a que disponemos de la información almacenada, pero no conseguimos acceder a ella. Es como saber que tenemos un libro en la biblioteca pero no sabemos dónde está.
  • Atribución errónea: atribuimos recuerdos que hemos oído por otros pero no hemos vivido nosotros mismos.
  • Sugestionabilidad: todos sabemos el poder de la sugestión, que llega hasta tal punto que puede influenciar los recuerdos propios.
  • Sesgo: el recuerdo se ve influido por nuestras actitudes, sentimientos, valores, creencias y conocimientos previos.
  • Persistencia: permanencia de recuerdos que desearíamos olvidar. Muy típico de los sucesos traumáticos. Es un suceso donde existe impacto emocional y puede permanecer para toda la vida claro y vívido.
Entonces, ¿qué se puede hacer para mejorar la memoria?:
  • La atención: es necesaria para que se codifique la información y exista un recuerdo.
  • Organizar la información: existen evidencias de que el cerebro organiza toda la información para que sea mas fácil acceder a ella. Por eso, organizándola, existe mucha mayor facilidad en recordar.
  • Repasarla: el paso del tiempo borra sin piedad los recuerdos, por lo que el repaso siempre ayuda. Si os fijáis, cuanto más trabajáis con una información y más la hacéis vuestra, más la recordáis. Leed, volved a ver ese documental que tanto os gustó, escribid sobre algún tema que os gusta, investigad sobre un tema que os parece interesante. Las opciones son infinitas.
  • Entender la información: nuestro cerebro es vago por naturaleza, así que su prioridad es ahorrar energía. Cuando aprendemos algo, solemos quedarnos con el significado más que con los detalles. Si queremos recordar bien, no tenemos que memorizar, sino entender lo estudiado, etc.
  • Visualizar la información: Existe la superioridad mnémica de las imágenes sobre palabras (Allan Paivio). Según distintos estudios, hay mayor facilidad de recuerdo cuando se trata de imágenes, no tanta con palabras concretas y, por último, hay menor facilidad con las palabras abstractas (quizás porque son las más difíciles de visualizar). “
  • Asociación: asociar el conocimiento del que disponemos  con el nuevo. Muchas veces ocurre de forma automática, pero si queremos potenciar el recuerdo, podemos hacerlo voluntariamente (conocimiento, gustos, contexto). De ahí surge el denominado efecto del contexto. Es mucho más fácil recordar una experiencia o información que se ha codificado en un contexto X cuando estamos en ese contexto, que estando en otro, porque ese lugar actúa de llave hacia el recuerdo. Si queremos recordar algo podemos imaginarnos el lugar donde lo aprendimos o sucedió. Por tanto, no olvidéis dotar a vuestro recuerdo de pistas y asociaciones, que más tarde os servirán de pequeñas llaves para vuestro recuerdo.


















domingo, 13 de septiembre de 2015

La felicidad



¿Os ha pasado alguna vez sentiros felices sin motivo aparente? Uno se levanta  y siente  que todo está bien y que puede con todo.  No importan esas pequeñas raciones diarias de negatividad que nos depara la vida,  simplemente uno no se fija en ellas. Otros días,en cambio, pase lo que pase todo pasa por un cristal oscuro y no me refiero a las gafas de sol si no del filtro cognitivo negativo con que interpretamos la realidad. ¿De que depende que lo que nos sucede  los veamos como un oportunidad/reto  o como un obstáculo ? ¿La felicidad viene de fuera?
 Buenos días a todos y espero que hoy llevéis las gafas.. de color rosa!

sábado, 5 de septiembre de 2015

Bacterias, enfermedades e infecciones recurrentes.



Por increíble que parezca, somos en mayoría bacterias. Al no verlas no estamos del todo conscientes de la existencia de estas microscópicas inquilinas, pero están allí en forma de billones de microorganismos colonizando todo nuestro cuerpo... Asusta, ¿verdad? Aquí empieza mi pequeña introducción…

Hoy en día se está dando especial importancia a las bacterias por muchas razones: están mucho antes que nosotros, lo que nos recuerda que su capacidad “colonizadora” es abrumadora. Se están investigando tanto los beneficios de bacterias amigas como el efecto de las enemigas, dado que algunas están detrás de gran variedad de enfermedades, por ejemplo, posibles efectos en enfermedades digestivas, inflamatorias e incluso la posibilidad de que la depresión tenga relación con estas. Por otro lado, parece que están ganado la batalla a la medicina tradicional, pues en los últimos años se observa el desarrollo de una gran resistencia a los antibióticos gracias a su capacidad de supervivencia a través de los biofilms, lo que provoca la cronicidad en muchas enfermedades: infecciones recurrentes, úlceras, etc. Dado que las buenas son las más abundantes también son las que dominan y permiten controlar el crecimiento de las otras, que es lo que provocaría mayores problemas. Las condiciones normales permiten que estas convivan en armonía sin causar enfermedades. La naturaleza es sabia y nos ha dotado de un ph determinado para cada zona de nuestro cuerpo, que limita el crecimiento de las bacterias indeseadas.  La piel contiene microflora beneficiosa (Staphylococcus epidermidis y compañía) que nos protege de las bacterias patógenas. El ph se suele situar entre 4.5-5 debido al sudor y al ácido láctico mantenido por las bacterias autóctonas. Un apunte interesante: la piel grasa tiene un pH más bien neutro, entorno a 7-8, la piel seca un ph más ácido, y la piel normal una acidez de 4.5-5. Al cabello también le gusta el ph ácido. Cuando nos lavamos el pelo o nos teñimos, solemos alterar el ph natural. Por ejemplo, los tintes son alcalinos para que puedan abrir la cutícula y que el pigmento penetre. En cambio, el ph ácido cierra la cutícula, dando brillo.
En el caso de los dientes ocurre lo contrario: el ph es alcalino, la saliva tiene ph alcalino que permite mantener la boca sana. De hecho, ésta es la causa por la que se recomienda evitar azúcar, porque las bacterias causantes de caries Streptococcus mutans se alimentan y fermentan el azúcar, aumentando así el ácido en la boca que desmineraliza el esmalte. Nuestro estómago, con el ácido clorhídrico, llega a una acidez de ph 1.5-3. Como comprobamos, es bastante ácido ya que su misión es digerir todo lo que entre en contacto y, al mismo tiempo, matar las bacterias. Pero hay algunas que resisten, como son las e. faecalis o la temida Helicobacter pylori, conocida por causar úlceras e incluso cáncer de colon. Por último, pero no menos importante, sería el ph de la vagina. Allí se encuentran bacterias lácticas que mantienen el ph dentro de la norma y también evitan el crecimiento desmesurado de las patógenas. El lavado excesivo debilita dicha protección, aumentando la posibilidad de desarrollar infección por bacterias y hongos.


 
Qué ocurre cuando no podemos ganarle la batalla a una infección o ésta se convierte en recurrente?
Hoy en día casi todas las bacterias han desarrollado resistencia a determinados antibióticos, o lo acabarán haciendo. Pero esto no significa que la batalla esté perdida. La ciencia evoluciona, y con ella, las opciones con las que enfrentarnos a ellas. Esto significa que tenemos que enfocarnos hacia el enemigo de otra forma. Por mi experiencia, sé que es posible.
 

Lo primero de todo es saber con qué bacteria nos enfrentamos. Debemos exigir un test que confirme la cepa y la sensibilidad a los antibióticos (si es resistente o si el antibiótico le hará mal de verdad). En mi caso la bacteria era resistente a la amoxicilina así que la infección  había acabado subiendo hasta los riñones y no quería que se prolongase más.

Así que me puse manos a la obra, hambrienta de información. Leía todo lo que caía en mis manos, tanto en foros como en estudios científicos, porque no olvidemos que la ciencia avanza de la mano con la experiencia, y qué mejor que la propia de gente de la calle. Lo que más me llamó la atención es que el gran poder de las bacterias son los biofilms o biopelículas que forman, que les permite adherirse a las superficies y protegerse de los ambientes hostiles, es decir aunque erradicamos la bacteria en un principio, el biofilm  permite las mutaciones cronificando así la infección (enlace) Estos biofilms son los grandes olvidados en la medicina moderna, por lo que una buena opción sería atacándolos. Las opciones son muchas: Serrapeptase, del cual me gustaría hablar más adelante sobre otros beneficios que proporciona, lactoferrina, otras enzimas preolíticas y probióticos. Mi terapia consistía en el antibiótico, serrapeptase, propoleo, D- manosse y probióticos. Después de 6 días de tratamiento  esperé medio mes y fui a hacerme el análisis... estaba completamente libre. Realizo análisis periódicos y de momento ha pasado más de medio año y me mantengo sana. Voy a explicar nuestras opciones y cómo actúan.

-D-manosse es un azúcar presente en algunas frutas y sobretodo en los arándanos rojos.
Se suele usar en caso de tener bacterias e. coli, ya que su eficacia se ha demostrado en éstas. Yo lo usé, aunque no encontré evidencias de que actuara contra el enterococus, pero había leído experiencias buenas, así que decidí probarlo. Actúa impidiendo que el e. coli se adhiera a la uretra y así la orina pueda arrastrarlo limpiamente (enlace) ¿Por qué usar esta forma? Porque es más concentrado. Para llegar a los mismos niveles tendríamos que beber cantidades enormes de zumo de arándano que incluso pueden irritar nuestra tracto digestivo.
- Serrapeptase y nattokinase son un tipo de enzimas proteolíticas que destruyen directamente los biofilms de todo tipo de bacterias (enlace). La marca que usé yo es Now Foods, ya que había leído muy buenos comentarios en múltiples foros y, además tiene muy buena relación calidad-precio.
- Propoleo: es famoso por sus efectos antibióticos, lo cual nunca viene mal para ayudar en nuestra lucha.
- Lactoferrina: la lactoferrina es una proteína que tiene especial afinidad con los iones de hierro. Naturalmente es contenida en las mucosas y también en grandes cantidades en el calostro de la leche materna. Tiene actividad antimicrobiana fúngica y antivírica. Protege a los recién nacidos de infecciones y virus, así como estimula el sistema inmune. Lo que hará por nosotros la lactoferrina es extraer el hierro de las bacterias, siendo este la base necesaria para su supervivencia (enlace).
Con esto dicho cabé destacar queel articulo solo pretende mostrar mi experiencia y dar una opinion personal combianda con la informacion que he recopilado, en todo caso es importante consultar con el medico con quien nos estamos tratando y no olvidar en ningun momento el antibiotico
 Espero que mi experiencia os haya servido. Está claro que nunca se puede afirmar que es cien por cien efectivo, pero cada uno debe encontrar su propio camino y, a veces, éste puede ser más largo o más corto.



miércoles, 25 de marzo de 2015

Memoria e identidad

Hoy me gustaría hablar de la memoria, esa gran olvidada. Nos acordamos de ella sobretodo en épocas de exámenes, cuando olvidamos las llaves o cuando no recordamos cómo se llamaba esa actriz tan famosa. Por otro lado, solemos asociarla con el pasado, con un trastero donde va a parar todos nuestros recuerdos. Pero obviamente es algo mucho más extenso y complejo, pues permite nuestra adaptación y, por ende, nuestra supervivencia.
La memoria es presente y pasado. Forma parte de nuestra identidad, o mejor dicho, la memoria hace que tengamos una identidad. Permite el aprendizaje y que elaboremos nuestra experiencia como guía a lo largo de nuestra vida. Una sola vivencia de alto impacto emocional basta para que el recuerdo sea duradero y nítido como si acabara de pasar. Las experiencias se relacionan continuamente con nuestro pensamiento presente y la visión de nuestro futuro, dando lugar a expectativas y actitudes que forman parte de esa identidad. ¿Podría existir un yo sin la memoria? ¿Y si no tuviéramos acceso a nuestros recuerdos? Aquí tenemos un ejemplo curioso del hombre que despertó sin recordar nada y hablando otro idioma al suyo natal.