Correr esta de moda. Algunos empiezan para mantenerse en forma, otros para adelgazar para luego, como he oído por allí, poder comer lo que les apetezca, otros lo ven como una forma de superación o como mera actividad con los amigos. El caso es que yo nunca veía razones para empezar tal actividad. Hasta que el verano pasado me comentaron que se iba a realizar una carrera de #beerrunners. Yo y el correr nunca hemos ido de la mano, pero claro iba con amigos y además, después de la carrera te invitaban a unas cervecitas y unas tapas, sonaba bien. Así que me apunte y dije que durante el mes que me quedaba iría a correr.
Los días pasaban y yo no me ponía las zapatillas, hasta que al final a una semana del día, decidí ser simplemente la fotógrafa del grupo, Mis funciones se limitaban a esperarlos en la meta con el móvil haciendo fotos.
Llegó el día. Ya entraba en el coche cuando de repente sentí un impulso, quería participar, sentía que quería formar parte de toda la marea de corredores y sentir la emoción por mi misma. En un segundo volví atrás y me puse un chándal y unas zapatillas viejas.
Una vez que dieron la salida yo me puse a correr a mi ritmo, me preocupaba quedarme sin aliento a los 200 metros, pues no seria novedad. Pero esta vez era distinto, aguante el ritmo y en la segunda vuelta ya no notaba cansancio.Había aun mucha gente detrás mía, eso me animaba para no rendirme, finalmente cogí fuerzas en el ultimo tramo y comencé a adelantar hasta que cruce la linea. Allí me esperaban los mios.
En momentos así uno experimenta el subidón, adrenalina, felicidad y mucha motivación. De repente entendí porque la gente salía a correr.
Esto hace inevitable reflexionar sobre el papel de la la motivación en la vida de uno mismo. ¿Nuestros logros son determinados por nuestra capacidad o por nuestra motivación? ¿Tenemos capacidades que se mantienen latentes por falta de motivación o por miedos? ¿Y vosotros que pensáis?
Para terminar pondré un ejemplo que me dejo impresionada. Un hombre escalando, resbala y cae por un acantilado con una roca encima de unos 540 kilos. La sujeta con los brazos mientras poco a poco se va deslizando hacia el precipicio. Obviamente en condiciones normales nunca se le ocurriría levantar esta roca pero ¿Hay mayor motivación que salvar la vida? Este extremo hizo que su cerebro enviara una respuesta sincronizada a todos sus músculos y el resultado fue que pudo levantar la roca y salvarse (video)
Con la brújula por la ciudad
Un espacio para compartir creatividad y conocimientos. Bienvenidos a mi mundo.
martes, 19 de enero de 2016
Querer es poder o las reflexiones de una runner
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lunes, 21 de diciembre de 2015
¡Gatos al poder!
Aunque no tiene nada que ver con el blog (o quizás sí), me apetecía
compartir con todos vosotros esta curiosa historia: la de un pueblo
desengañado con los politicos hasta tal punto que ha decidido presentar a
un gato para optar a alcalde noticia. Como para que salga corrupto también...
Por el bien de la psique de esta gente, ¡esperemos que no! ¿Y vosotros?
¿Creéis que hoy en día un gato nos gobernaria mejor? :P
Cómo hacer leche de soja made in casa
Hoy en día, la leche le sienta mal a mucha gente, no le gusta o
simplemente quiere llevar una vida más sana. Pero nadie se quiere privar
del placer de mojar la galleta mañanera. Por eso están las leches
vegetales: de almendra, de soja, de coco (mi favorita), de avellana, de
anacardos... Las opciones en el mercado son miles, eso sí, además de no
ser tan naturales, suelen ser bastante caras. Así que qué mejor que
poder hacer la nuestra propia de forma barata, sencilla y sana. :) La
receta es para hacer leche de soja con un toque opcional a coco o
canela.
Primero de todo, hay que dejar en remojo las habas de soja (yo uso habas blancas eco).
Lo ideal seria 14-24 horas para ablandar la legumbre (cuanto más tiempo pasa, más se ablanda y más ligera se vuelve, ya que se inicia un proceso de germinación).
Luego de esto, batimos en la batidora e iniciamos la cocción con la cantidad de agua que deseamos. Dejamos cocinar unos 5 minutos. La parte de la cocción es muy importante, ya que destruimos el inhibidor de tripsina que contiene la soja, ya que este
incapacita la enzima
tripsina producida por el páncreas, responsable de la digestión de las
proteínas en estructuras más básicas: los aminoácidos. Mientras se
cuece, añadimos el coco rayado o la canela dependiendo del gusto, lo
dejamos un poco más de tiempo cocinando, y listo. ¡A colar y a
disfrutar!
Primero de todo, hay que dejar en remojo las habas de soja (yo uso habas blancas eco).
Lo ideal seria 14-24 horas para ablandar la legumbre (cuanto más tiempo pasa, más se ablanda y más ligera se vuelve, ya que se inicia un proceso de germinación).
Luego de esto, batimos en la batidora e iniciamos la cocción con la cantidad de agua que deseamos. Dejamos cocinar unos 5 minutos. La parte de la cocción es muy importante, ya que destruimos el inhibidor de tripsina que contiene la soja, ya que este
jueves, 17 de diciembre de 2015
La memoria: como recordar más y mejor
¿Te ha pasado alguna vez lo de dejar las llaves y no tener ni idea de dónde fue ese lugar donde las viste por última vez, por lo que perdiste media hora buscándolas ? ¿Hacer un examen del que habías estudiado como si de ello dependiera tu vida y darte cuenta de que el día siguiente del examen ya no recordabas nada? Entonces lee este artículo.
La memoria es nuestra gran olvidada, pues no es que nos paremos muy a menudo a pensar en ella. Vive en el olvido hasta el día que nos falla y nos acordamos para maldecirla, pero de ella dependemos al 100%. Y si no pensad por un momento si no pudiéramos almacenar nuestras experiencias, ¿qué haríamos?
Ahora que os habéis imaginado el desastre, os cuento que la memoria no es homogénea, pues existen distintos sistemas que la engloban, a rasgos generales estos son la memoria a corto plazo o de trabajo y la memoria a largo plazo, y de ésta distinguimos la implícita y la explícita. La implícita esta relacionada con el aprendizaje de habilidades y suele mantenerse intacta con el paso de los tiempos, de allí que aunque llevemos diez años sin montar en bici, el proceso no se nos olvida. En el caso de la explícita, puede ser semántica, relacionada con el almacenaje de nuestros conocimientos sobre el mundo, o episódica, relacionada con el recuerdo de nuestra propia vida. Ahora la gran pregunta es, ¿por qué falla? La respuesta es un tanto más compleja y depende de muchos factores, pues tenemos que pensar dónde ocurrió el fallo, si en la codificación, el almacenamiento o la recuperación. Una de las más importantes aportaciones en el campo de la memoria fueron los siete pecados de Schacter. Según él, los fallos pueden ser:
- Paso del tiempo: a medida que pasa el tiempo, el recuerdo se
desvanece, por lo que la repetición es importante. Si el recuerdo
ha tenido gran impacto emocional, se mantendrá estable.
- Distracción debido a la falta de atención: la información
no se codificó, por tanto, no existe un recuerdo. Es el típico
caso de “¿dónde dejé las llaves?” Si una acción se hace de
forma automática, no es necesario prestar atención.
- Bloqueo o el fenómeno de “lo tengo en la punta de la
lengua”: ¿a quién no le ha pasado? Está seguro de que lo sabe y
tiene una idea, pero ésta no se materializa con claridad. Este
fenómeno se debe a que disponemos de la información almacenada,
pero no conseguimos acceder a ella. Es como saber que tenemos un
libro en la biblioteca pero no sabemos dónde está.
- Atribución errónea: atribuimos recuerdos que hemos oído
por otros pero no hemos vivido nosotros mismos.
- Sugestionabilidad: todos sabemos el poder de la sugestión,
que llega hasta tal punto que puede influenciar los recuerdos
propios.
- Sesgo: el recuerdo se ve influido por nuestras actitudes,
sentimientos, valores, creencias y conocimientos previos.
- Persistencia: permanencia de recuerdos que desearíamos
olvidar. Muy típico de los sucesos traumáticos. Es un suceso donde
existe impacto emocional y puede permanecer para toda la vida claro
y vívido.
- La atención: es necesaria para que se codifique la
información y exista un recuerdo.
- Organizar la información: existen evidencias de que el
cerebro organiza toda la información para que sea mas fácil
acceder a ella. Por eso, organizándola, existe mucha mayor
facilidad en recordar.
- Repasarla: el paso del tiempo borra sin piedad los recuerdos,
por lo que el repaso siempre ayuda. Si os fijáis, cuanto más
trabajáis con una información y más la hacéis vuestra, más la
recordáis. Leed, volved a ver ese documental que tanto os gustó,
escribid sobre algún tema que os gusta, investigad sobre un tema
que os parece interesante. Las opciones son infinitas.
- Entender la información: nuestro cerebro es vago por
naturaleza, así que su prioridad es ahorrar energía. Cuando
aprendemos algo, solemos quedarnos con el significado más que con
los detalles. Si queremos recordar bien, no tenemos que memorizar,
sino entender lo estudiado, etc.
- Visualizar la información: Existe la superioridad mnémica de las imágenes sobre
palabras (Allan Paivio). Según distintos estudios, hay
mayor facilidad de recuerdo cuando se trata de imágenes, no tanta
con palabras concretas y, por último, hay menor facilidad con las
palabras abstractas (quizás porque son las más difíciles de
visualizar). “
- Asociación: asociar el conocimiento del que disponemos con el
nuevo. Muchas veces ocurre de forma automática, pero si queremos
potenciar el recuerdo, podemos hacerlo voluntariamente
(conocimiento, gustos, contexto). De ahí surge el denominado efecto
del contexto. Es mucho más fácil recordar una experiencia o
información que se ha codificado en un contexto X cuando estamos en
ese contexto, que estando en otro, porque ese lugar actúa de llave
hacia el recuerdo. Si queremos recordar algo podemos imaginarnos el
lugar donde lo aprendimos o sucedió. Por tanto, no olvidéis dotar
a vuestro recuerdo de pistas y asociaciones, que más tarde os
servirán de pequeñas llaves para vuestro recuerdo.
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domingo, 13 de septiembre de 2015
La felicidad
¿Os ha pasado alguna vez sentiros
felices sin motivo aparente? Uno se levanta y siente que todo está
bien y que puede con todo. No importan esas pequeñas raciones diarias de
negatividad que nos depara la vida, simplemente uno no se fija en ellas. Otros días,en cambio, pase lo que pase todo pasa por
un cristal oscuro y no me refiero a las gafas de sol si no del filtro cognitivo negativo con que interpretamos la realidad. ¿De que depende que lo que nos sucede los veamos como un oportunidad/reto o como un obstáculo ? ¿La felicidad viene de fuera?
Buenos días a todos y espero que hoy llevéis las gafas.. de color rosa!
Buenos días a todos y espero que hoy llevéis las gafas.. de color rosa!
sábado, 5 de septiembre de 2015
Bacterias, enfermedades e infecciones recurrentes.
Por increíble que parezca, somos en
mayoría bacterias. Al no verlas no estamos del todo conscientes de
la existencia de estas microscópicas inquilinas, pero están allí
en forma de billones de microorganismos colonizando todo nuestro
cuerpo... Asusta, ¿verdad? Aquí empieza mi pequeña introducción…
Hoy en día se está dando especial
importancia a las bacterias por muchas razones: están mucho antes
que nosotros, lo que nos recuerda que su capacidad “colonizadora”
es abrumadora. Se están investigando tanto los beneficios de
bacterias amigas como el efecto de las enemigas, dado que algunas
están detrás de gran variedad de enfermedades, por ejemplo,
posibles efectos en enfermedades digestivas, inflamatorias e incluso
la posibilidad de que la depresión tenga relación con estas. Por
otro lado, parece que están ganado la batalla a la medicina
tradicional, pues en los últimos años se observa el desarrollo de
una gran resistencia a los antibióticos gracias a su capacidad de
supervivencia a través de los biofilms, lo que provoca la cronicidad
en muchas enfermedades: infecciones recurrentes, úlceras, etc. Dado
que las buenas son las más abundantes también son las que dominan y
permiten controlar el crecimiento de las otras, que es lo que
provocaría mayores problemas. Las condiciones normales permiten que
estas convivan en armonía sin causar enfermedades. La naturaleza es
sabia y nos ha dotado de un ph determinado para cada zona de nuestro
cuerpo, que limita el crecimiento de las bacterias indeseadas. La piel contiene microflora beneficiosa (Staphylococcus epidermidis
y compañía) que nos protege de las
bacterias patógenas. El ph se suele situar entre 4.5-5 debido al
sudor y al ácido láctico mantenido por las bacterias autóctonas.
Un apunte interesante: la piel grasa tiene un pH más bien neutro,
entorno a 7-8, la piel seca un ph más ácido, y la piel normal una
acidez de 4.5-5. Al cabello también le gusta el ph ácido. Cuando
nos lavamos el pelo o nos teñimos, solemos alterar el ph natural.
Por ejemplo, los tintes son alcalinos para que puedan abrir la
cutícula y que el pigmento penetre. En cambio, el ph ácido cierra
la cutícula, dando brillo.
En el caso de los dientes ocurre lo
contrario: el ph es alcalino, la saliva tiene ph alcalino que permite
mantener la boca sana. De hecho, ésta es la causa por la que se
recomienda evitar azúcar, porque las bacterias causantes de caries
Streptococcus mutans se alimentan y fermentan el
azúcar, aumentando así el ácido en la boca que desmineraliza el
esmalte. Nuestro estómago, con el ácido clorhídrico, llega a una
acidez de ph 1.5-3. Como comprobamos, es bastante ácido ya que su
misión es digerir todo lo que entre en contacto y, al mismo tiempo,
matar las bacterias. Pero hay algunas que resisten, como son las e.
faecalis o la temida Helicobacter pylori, conocida por causar
úlceras e incluso cáncer de colon. Por último, pero no menos
importante, sería el ph de la vagina. Allí se encuentran bacterias
lácticas que mantienen el ph dentro de la norma y también evitan el
crecimiento desmesurado de las patógenas. El lavado excesivo
debilita dicha protección, aumentando la posibilidad de desarrollar
infección por bacterias y hongos.
Qué
ocurre cuando no podemos ganarle la batalla a una infección o ésta
se convierte en recurrente?
Hoy en día casi todas las bacterias
han desarrollado resistencia a determinados antibióticos, o lo
acabarán haciendo. Pero esto no significa que la batalla esté
perdida. La ciencia evoluciona, y con ella, las opciones con las que
enfrentarnos a ellas. Esto significa que tenemos que enfocarnos hacia
el enemigo de otra forma. Por mi experiencia, sé que es posible.
Lo primero de todo es saber con qué
bacteria nos enfrentamos. Debemos exigir un test que confirme la cepa
y la sensibilidad a los antibióticos (si es resistente o si el
antibiótico le hará mal de verdad). En mi caso la bacteria era resistente a la amoxicilina así que la infección había acabado subiendo hasta los riñones y no quería que se prolongase más.
Así que me puse manos a la obra,
hambrienta de información. Leía todo lo que caía en mis manos,
tanto en foros como en estudios científicos, porque no olvidemos que
la ciencia avanza de la mano con la experiencia, y qué mejor que la
propia de gente de la calle. Lo que más me llamó la atención es
que el gran poder de las bacterias son los biofilms o biopelículas
que forman, que les permite adherirse a las superficies y protegerse
de los ambientes hostiles, es decir aunque erradicamos la bacteria en un principio, el biofilm permite las mutaciones cronificando así la infección (enlace) Estos biofilms son los grandes olvidados
en la medicina moderna, por lo que una buena opción sería
atacándolos. Las opciones son muchas: Serrapeptase, del cual me
gustaría hablar más adelante sobre otros beneficios que
proporciona, lactoferrina, otras enzimas preolíticas y probióticos.
Mi terapia consistía en el antibiótico, serrapeptase, propoleo, D-
manosse y probióticos. Después de 6 días de tratamiento esperé medio mes y
fui a hacerme el análisis... estaba completamente libre. Realizo
análisis periódicos y de momento ha pasado más de medio año y me
mantengo sana. Voy a explicar nuestras opciones y cómo actúan.
-D-manosse es un azúcar presente en
algunas frutas y sobretodo en los arándanos rojos.
Se suele usar en caso de tener
bacterias e. coli, ya que su eficacia se ha demostrado en éstas. Yo
lo usé, aunque no encontré evidencias de que actuara contra el
enterococus, pero había leído experiencias buenas, así que decidí
probarlo. Actúa impidiendo que el e. coli se adhiera a la uretra y
así la orina pueda arrastrarlo limpiamente (enlace) ¿Por qué usar esta
forma? Porque es más concentrado. Para llegar a los mismos niveles
tendríamos que beber cantidades enormes de zumo de arándano que
incluso pueden irritar nuestra tracto digestivo.
- Serrapeptase y nattokinase son un
tipo de enzimas proteolíticas que destruyen directamente los
biofilms de todo tipo de bacterias (enlace). La marca que usé yo es Now
Foods, ya que había leído muy buenos comentarios en múltiples
foros y, además tiene muy buena relación calidad-precio.
- Propoleo: es famoso por sus efectos
antibióticos, lo cual nunca viene mal para ayudar en nuestra lucha.
- Lactoferrina: la lactoferrina es una
proteína que tiene especial afinidad con los iones de hierro.
Naturalmente es contenida en las mucosas y también en grandes
cantidades en el calostro de la leche materna. Tiene actividad
antimicrobiana fúngica y antivírica. Protege a los recién nacidos
de infecciones y virus, así como estimula el sistema inmune. Lo que
hará por nosotros la lactoferrina es extraer el hierro de las
bacterias, siendo este la base necesaria para su supervivencia (enlace).
Con esto dicho cabé destacar queel articulo solo pretende mostrar mi experiencia y dar una opinion personal combianda con la informacion que he
recopilado, en todo caso es importante consultar con el medico con
quien nos estamos tratando y no olvidar en ningun momento el
antibiotico
Espero que mi
experiencia os haya servido. Está claro que nunca se puede afirmar
que es cien por cien efectivo, pero cada uno debe encontrar su propio
camino y, a veces, éste puede ser más largo o más corto.
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miércoles, 25 de marzo de 2015
Memoria e identidad
Hoy me gustaría hablar de la memoria, esa gran olvidada. Nos acordamos de ella sobretodo en épocas de exámenes, cuando olvidamos las llaves o cuando no recordamos cómo se llamaba esa actriz tan famosa. Por otro lado, solemos asociarla con el pasado, con un trastero donde va a parar todos nuestros recuerdos. Pero obviamente es algo mucho más extenso y complejo, pues permite nuestra adaptación y, por ende, nuestra supervivencia.
La memoria es presente y pasado. Forma parte de nuestra identidad, o mejor dicho, la memoria hace que tengamos una identidad. Permite el aprendizaje y que elaboremos nuestra experiencia como guía a lo largo de nuestra vida. Una sola vivencia de alto impacto emocional basta para que el recuerdo sea duradero y nítido como si acabara de pasar. Las experiencias se relacionan continuamente con nuestro pensamiento presente y la visión de nuestro futuro, dando lugar a expectativas y actitudes que forman parte de esa identidad. ¿Podría existir un yo sin la memoria? ¿Y si no tuviéramos acceso a nuestros recuerdos? Aquí tenemos un ejemplo curioso del hombre que despertó sin recordar nada y hablando otro idioma al suyo natal.
La memoria es presente y pasado. Forma parte de nuestra identidad, o mejor dicho, la memoria hace que tengamos una identidad. Permite el aprendizaje y que elaboremos nuestra experiencia como guía a lo largo de nuestra vida. Una sola vivencia de alto impacto emocional basta para que el recuerdo sea duradero y nítido como si acabara de pasar. Las experiencias se relacionan continuamente con nuestro pensamiento presente y la visión de nuestro futuro, dando lugar a expectativas y actitudes que forman parte de esa identidad. ¿Podría existir un yo sin la memoria? ¿Y si no tuviéramos acceso a nuestros recuerdos? Aquí tenemos un ejemplo curioso del hombre que despertó sin recordar nada y hablando otro idioma al suyo natal.
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